Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto
Criaturas En La Noche No Me Dejan Respirar
jueves, 26 de junio de 2014
A la orilla
De haber sido un poco menos flaca, no hubiera entrado allí. Cuando se dio cuenta de que entre la última “comida” que le llevaron y la que tenía ante sus ojos no sabía cuánto tiempo había pasado, si uno o dos días, tomó el tenedor e hizo su primera marca en la pared negra y diminuta, dejando una señal blanca que ella sola entendía o sabía que estaba. La tercera y la cuarta marcas las hizo juntas, porque calculó dos días entre plato y plato. Así, como se acordaba perfectamente de la fecha en que la llevaron, calculó cada día de cada mes. La cuenta sólo podía fallar por unas pocas horas, estaba al tanto de su presente. Pero sólo en eso se parecía a un humano, en la idea del tiempo. Todo lo demás se había alejado de su vida, y de la vida en todo sentido, con sus espacios y sus amaneceres y crepúsculos.
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